Tanto para los particulares como para las empresas, reducir la cantidad de residuos que generamos como consumidores es uno de los pasos más inmediatos que podemos dar hacia la sostenibilidad medioambiental. Por muy tópico que sea el término «Las tres erres» (es el tema de una canción pop infantil, por el amor de Dios), esboza unas directrices muy reales y eficaces para nosotros: reducir lo que usamos, reutilizar lo que podemos y reciclar lo que no podemos.
Apuesto a que la mayoría de las personas, cuando pensamos en las «tres erres», pensamos sobre todo en envases: cajas, bolsas, botellas, latas y esas molestas conchas de plástico. También apostaría a que la mayoría de las empresas lo ven de la misma manera. En Siemon, siempre hemos dado prioridad a la reducción de los residuos operativos de cualquier tipo, incluidos los residuos de envases relacionados con nuestros productos adquiridos. Nuestro proceso de selección da prioridad a los proveedores que minimizan la cantidad de material de embalaje en general, pero también se centra en eliminar materiales de embalaje específicamente problemáticos, como los plásticos de un solo uso, la espuma de poliestireno y los artículos no reciclables, como los materiales aglomerados y los artículos de pasta recubierta. Nuestro objetivo es garantizar que el material de envasado que entra en nuestras instalaciones salga únicamente de un flujo de recuperación de residuos responsable y sostenible, y que nunca acabe en un vertedero.
Pero a medida que nos volvemos más conscientes de nuestro impacto sobre el medio ambiente, debería quedar claro que las empresas (especialmente los fabricantes) necesitan extender los principios de embalaje de las Tres R más allá de las paredes de sus instalaciones y a la cadena de suministro. Para Siemon, eso significa aplicar los mismos objetivos de sostenibilidad (o incluso más estrictos) a los envases de nuestros productos de salida que los que exigimos a los envases de nuestros productos comprados de entrada.
Mucho antes de que los productos de Siemon lleguen a los muelles de nuestros distribuidores o a las obras de nuestros clientes, nos hemos puesto manos a la obra para garantizar que hemos reducido al mínimo el material de embalaje, elegido materiales con el menor impacto ambiental (como los envases con alto contenido de material reciclado postconsumo) y utilizado materiales que pueden reciclarse de forma sencilla y eficaz de nuevo en la cadena de valor sostenible.
Como parte de la iniciativa de sostenibilidad de los envases a largo plazo de Siemon, hemos dado grandes pasos para reducir el volumen y la masa de los envases que utilizamos para entregar nuestros productos. La innovadora fijación de las cajas troqueladas nos permite asegurar y proteger el producto durante el transporte con cajas más pequeñas y menos material de relleno. Nuestros equipos de operaciones y logística han trabajado junto a nuestros socios distribuidores y clientes para desarrollar sistemas de agrupación de pedidos y envasado a granel que eviten el uso innecesario de cajas pequeñas o individuales.
También abordamos activamente la sostenibilidad de los envases a nivel de materiales. En colaboración con nuestros proveedores, hemos pasado a utilizar cartones con un alto contenido de material reciclado postconsumo en toda nuestra línea de productos. La mayor parte de nuestros envases contiene al menos un 75% de material reciclado, y la mayoría es 100% postconsumo. Estamos eliminando todos los envases de espuma de poliestireno y hemos pasado de los envases de burbujas de plástico a los envases acolchados de pulpa reciclada para proteger el contenido de las cajas. Las innovaciones de producto pendientes ayudarán incluso a eliminar todos los plásticos de un solo uso de nuestros envases.
Nuestro objetivo es sencillo
En definitiva, el objetivo de Siemones reducir el impacto ambiental de nuestras operaciones a lo largo de toda nuestra cadena de valor. En lo que respecta a los envases, esperamos que nuestros proveedores no nos dejen «con el agua al cuello» con un exceso de materiales de desecho no reciclables destinados en última instancia al vertedero. Nosotros, por nuestra parte, trabajamos para extender este concepto a nuestros socios y clientes, exigiendo a nuestros propios envases un alto nivel de sostenibilidad. Nuestro objetivo es garantizar que, una vez finalizado un proyecto en Siemon, no quede ni rastro de residuos de envases, porque hemos reducido el volumen de nuestros envases y nos hemos asegurado de que lo que quede se desvíe fácil y eficazmente del vertedero y se recicle de nuevo en la cadena de suministro de la cuna a la cuna.
